En el ejercicio docente, es muy común hacer uso de los íconos para complementar las exposiciones verbales, ya que resultan muy efectivos para estimular visualmente a los alumnos y captar su atención.
Un lenguaje icónico es todo aquel que utiliza símbolos básicos y además define maneras de combinarlos para producir un "ícono" comprensible como expresión. Los símbolos básicos vienen a ser el vocabulario, y la forma de combinarlos corresponde a la gramática del lenguaje.
Un lenguaje icónico es todo aquel que utiliza símbolos básicos y además define maneras de combinarlos para producir un "ícono" comprensible como expresión. Los símbolos básicos vienen a ser el vocabulario, y la forma de combinarlos corresponde a la gramática del lenguaje.
El lenguaje en
el caso de los idiomas no es icónico, ya que los signos que lo componen no
comparten atributos con su referente, que en el caso del iconismo suele ser
visual; por ejemplo la palabra
"restaurante", no sugiere de ninguna manera al lugar referido, salvo que
sepamos el significado en particular de esta combinación de letras. En cambio, si vemos este símbolo lo entenderemos con mucha facilidad.
Los invito a ver la siguiente presentación en:
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Cuando una persona lee, no
suele fijarse en la apariencia física de las palabras, sino que suele ir
directo a la idea a la que se refiere el texto. Los signos icónicos, en cambio,
son objetos interesantes por sí mismos. Esta característica de los signos
icónicos se convierte en una ventaja (como en el caso de que el comunicador
utilice las imágenes para tratar de ganar y mantener la atención sobre su
mensaje al mismo tiempo que comunica sus ideas); o puede ser una desventaja (como
en el caso que el receptor se distraiga del mensaje del comunicador por las
características no-sígnicas de las imágenes). Las características no-sígnicas
de las imágenes son aquellos rasgos que no son necesarios para la comunicación
del mensaje.
Las imágenes son signos muy
pobres para comunicar generalizaciones y calificaciones como "todo",
"mucho" o "la mayoría". Son éstas las razones que apoyan la
afirmación de que los signos icónicos son vehículos inadecuados para comunicar
abstracciones.
El sistema de signos
empleados en la imagen no es un sistema que permita la forma discursiva. Es
decir, un sistema icónico no es válido sintácticamente. Sus elementos
significativos no han sido identificados con precisión, ni diferenciados de
forma consistente con reglas operables.
Parece lógico pensar que una
combinación adecuada de los lenguajes verbal e icónico, nos podría conducir a un
aprovechamiento de las posibilidades que ambos nos ofrecen. Es necesario, por tanto, desarrollar el
tema de porqué es ventajoso elaborar mensajes con estos dos tipos de códigos y
qué repercusiones positivas se derivan de ello.
En mi experiencia docente y la de algunos colegas, esto es lo que pensamos acerca del lenguaje icónico: Ver vídeo:
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